AÑO ROTARIO DEDICADO A ABRAHAM ARBAJE SID
MENSAJE PRESIDENCIAL MES DE NOVIEMBRE – K. R. RAVINDRAN
Durante una soleada mañana de finales de junio de 1991, una camioneta transitaba por las concurridas calles de Colombo (Sri Lanka), durante la hora pico. Después de su recorrido por el suburbio norte, la camioneta llegó al Cuartel de Vanguardia del Ministerio de Defensa. Cuando los guardias de seguridad detuvieron la camioneta para inspeccionarla, dos terroristas suicidas que conducían el vehículo detonaron una carga de toneladas de explosivo plástico.
La explosión derrumbó el techo del edificio y los escombros quedaron esparcidos por varias cuadras. El ataque terrorista dejó un saldo de 21 muertos y 175 heridos, entre ellos muchas estudiantes de la escuela contigua. A más de un kilómetro de distancia, la explosión destruyó incluso las ventanas de mi casa. Después de la explosión, mi esposa corrió hasta el lugar para ir en busca de nuestra hija en esa escuela.
Nuestra hija de nueve años había olvidado su estuche para lápices en la casa y al momento de la explosión salía de la librería donde había comprado lápices nuevos. De repente, escuchó un zumbido en sus oídos, el aire se llenó de arena y toda la gente que la rodeaba gritaba, sangraba y corría. Alguien la llevó al jardín de la escuela donde esperó en medio de los vidrios rotos hasta que llegó mi esposa para recogerla.
Hoy Sri Lanka es un país pacífico visitado por dos millones de turistas cada año. La guerra es solo un triste recuerdo, pero como nación miramos al futuro con esperanza. Sin embargo, muchos otros países no pueden afirmar lo mismo. Muchos países están envueltos en conflictos que generan una cifra récord de 59,5 millones de personas desplazadas por la guerra y la violencia.
A pesar de todo, en Rotary creemos en la paz, no por idealismo sino por experiencia. Hemos sido testigos de cómo los más terribles conflictos pueden solucionarse cuando las personas se dan cuenta de que es mejor colaborar que combatir. Hemos visto lo que sucede con los esfuerzos de paz de los becarios de Rotary pro Paz. A través de nuestra Fundación Rotaria, los becarios se vuelven expertos en la prevención y resolución de conflictos. Nuestra meta es que puedan encontrar nuevos métodos para prevenir las guerras.
Entre los cientos de becarios que se han graduado del programa se encuentran dos estudiantes de Sri Lanka, procedentes de cada una de las facciones en conflicto, que cursaron estudios juntos. Durante las primeras semanas, defendieron fervientemente sus posturas, pero semana tras semana, paulatinamente llegaron a comprender sus diferencias y ahora son buenos amigos. Cuando los conocí y escuché su historia, me llené de esperanza. Si Rotary hizo posible superar 25 años de dolor y amargura, ¿hay algo que no pueda conseguir?
No podemos combatir la violencia con violencia; debemos hacerlo a través de la educación, la comprensión y la paz para así enriquecer el mundo.
Boletin de Rotary Internacional para el Mundo.